jueves, 19 de abril de 2012

Luis Alberto Moreno

Fecha: 18/04/2012
Fuente: El mundo

 Desde la última Cumbre de las Américas, celebrada en Trinidad y Tobago, hace casi tres años América Latina sorprendió al mundo por su rápida recuperación después de la recesión mundial. No sólo crecen más de los países industrializados, sino también reducir la pobreza a niveles históricamente bajos. Hoy somos, junto con Asia, un motor de la recuperación económica mundial.

Pero, además de los elevados precios y sostenida demanda de nuestras exportaciones de principales materias primas, el buen desempeño de nuestros países es el resultado de dos décadas de reformas difíciles y prudente manejo macroeconómico de un. ¿Por qué América Latina es vista como una región de extraordinarias perspectivas de progreso.

Para explorar estas oportunidades y en previsión de la nueva cumbre de las Américas este fin de semana en Cartagena [artículo fue escrito antes del comienzo de la Cumbre], la primera Cumbre Hemisférica de negocios. Asisten a más de 500 representantes de las empresas de los países de Estados Unidos, Canadá y América Latina y el Caribe, 22 en un evento convocado por el Gobierno de Colombia, privadas del país y donde el Banco Interamericano de desarrollo aterrizó su asistencia técnica. Dialogaron durante dos días con una docena de Jefes de Estado y Gobierno sobre cómo el sector privado puede ayudar a acelerar el desarrollo en América Latina.

Este año, por primera vez en la historia, las economías en desarrollo se traerá más bienes y servicios que el conjunto de las naciones industrializadas todos. No es casualidad que cada vez más americanos, europeos y asiáticos profesionales desean para trabajar en nuestros países. Desde 2006, el Brasil duplicó el número de visas a ejecutivos extranjeros. Las multilatinas compras empresas americanas y canadienses, como en los casos de Bimbo con Sara Lee y el Valle de Inco.

Además de las materias primas, nuestras exportaciones a los Estados Unidos y Canadá para incluir una amplia gama de servicios de valor agregados y la fabricación. A su vez, siete de los 10 países que aumentaron sus exportaciones a Estados Unidos en 2011 son latinoamericanos. El año pasado, el comercio entre los países de las Américas alcanzados aproximadamente 1,6 millones de dólares. En el BID, estimamos que estos flujos podrían duplicarse en tan sólo una década.

Para alcanzar esta meta, debemos lograr una mayor conectividad. Nos hemos centrado en nuestras ciudades, las industrias más rentables y los consumidores mayor poder adquisitivo. Una conectividad más profunda consiste en llegar a los mejores productos y servicios a la base de la socio económico de la pirámide de nuestra región.

Sólo por sí mismo, esa base forman un enorme mercado emergente. Mantener nuestro promedio de crecimiento económico, en menos de una generación que tenemos un promedio de clase de 500 millones de personas, el equivalente a la población actual de la Unión Europea.

Aquellos que quieren posicionarse en el mercado hoy en día van a comenzar a preparar sus planes estratégicos.

Pero las expectativas generalizadas de los latinoamericanos para lograr una mejor calidad de vida son ya evidentes. Nuestros gobiernos no pueden levantarse por sí mismos a esas demandas populares sin poner en peligro la disciplina fiscal. El sector privado debe ser parte de la respuesta, en colaboración con el sector público.

La vivienda es un caso paradigmático. De acuerdo a un estudio que publicará este mes, la América Latina tiene actualmente un déficit habitacional de alrededor de 56 millones de unidades, entre nuevos edificios y casas que necesitan mejoras sustanciales.

Satisfacer la demanda que un gran desafío, pero también una gran oportunidad para toda la cadena de construcción. Para sacar provecho de ello, nuestros gobiernos deberían ayudar a racionalizar los mercados de vivienda, estimulando más eficientes métodos de construcción y alternativa como el alquiler.

Mayor conectividad también implica el uso de nuevas tecnologías. Río de Janeiro, uno de los principales puestos del próximo Mundial de fútbol y los Juegos Olímpicos de 2016, establecer un centro de operaciones que le permite monitorear las condiciones de tránsito y seguridad, entre otros servicios vitales. Medellín, anteriormente una de las ciudades más violentas del mundo, utiliza la más moderna tecnología de información para orientar la acción de la policía en la lucha contra la delincuencia. Estas experiencias podrían repetirse en muchas otras ciudades de América Latina, pero pocos tienen acceso a banda ancha infraestructura necesaria. Por lo tanto, otro objetivo será construir la "última milla" de las redes de fibra óptica para implementar estos sistemas.

El programa de desarrollo de América Latina, sin duda, no termina con estos temas. Los desafíos- y posibles-también incluyen la necesidad de mejorar los servicios públicos tales como transporte, salud y educación. Pero si nos podemos impulsar la conectividad, habremos dado un paso más hasta convertir esto en una región próspera. Esta es una ambición para los residentes de todo el hemisferio. Este es el desafío de Cartagena.

* El Presidente del Banco  Interamericano  de Desarrollo BID

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